Hem trobat nombrosa i divertida informació sobre els melons de Foios en la premsa espanyola del segle XIX. Els melons (“de tot l’any”, no “d’Alger”) són considerats els millors d’Espanya, apareixen en la premsa i la literatura de l’època. La menció a Foios és sorprenent en un medi com el de l’Horta valenciana, amb la seua densitat de pobles i llogarets; en tot cas caldria tindre en compte que al segle XVII la jurisdicció de la seua església abastava els pobles limítrofs de Meliana, Albalat dels Sorells i Vinalesa, i que potser tinguera encara una visibilitat prominent en la comarca.
Més informació es trobarà al llibre col·lectiu El patrimoni paisatgístic de Foios (Ajuntament de Foios, 2003), que és una de les principals publicacions mai fetes al nostre poble. Tot i que se’n parla en diferents textos, destaquem: Vicent Sales, “Els cultius i el calendari agrícola”, en concret la descripció tècnica del meló i el seu cultiu tradicional (pp. 104-106).
Tornant al nostre tema, tots els diaris consultats pertanyen a la Biblioteca Virtual de Premsa Històrica del Ministeri de Cultura (https://prensahistorica.mcu.es/es/inicio/inicio.do); hi ha molta més premsa fora d’este arxiu però pensem que és una mostra plural i significativa.
Durant el segle XIX Foios exportava melons a Cadis, l’Alger i França. Al diari La ilustración: Periódico universal (n. 38, Madrid, p. 3) de dissabte 17 de novembre de 1849, es diu que en el “banquete de despedida celebrado por la Junta general de Agricultura de 1849”, el Sr. Conde de Ripalda aporta melons valencians de Foios i figues de Corint en pans. La menció a Foios en un diari de Madrid implica que ja es valoraven positivament i que existia un cert “efecte marca”.
Al diari El campo: agricultura, jardineria y sport (n. 22, Madrid, p. 11) de dimarts 16 d’octubre de 1877 es considera als melons de Foios com “els millors d’Espanya”:
Fòyos, en la provincia de Valencia, y Añover de Tajo en la de Toledo, Tierra de Barros, la Serena y otros muchos puntos de España, tienen especial nombradía por la excelente calidad de los melones que produce su terreno; pero figuran en primera linia los de Fòyos. De ellos hemos oido referir que presentados á D. Fernando VII en competencia con los de otro pueblo de Valencia ó con los de Añover, obtuvieron la preferencia, quedando asi declarados por los mejores de España.
El segle XIX és temps de gran conflictivitat social, i la premsa se’n fa ressò i generalment pren partit. La correspondencia de España: diario universal de noticias (n. 7386, Madrid, p. 2) de dimecres 13 de març de 1878, conta com els camps cultivats s’utilitzaven per pressionar a intermediaris o castigar a esquirols:
Valencia, 12.- “La huelga de los hortelanos sigue sin ofrecer ninguna modicacion. Las amenazas de los que desean prolongarla no cesan, pero la autoridad tomaba acertadas medidas para apoderarse de los autores de esas amenazas. Ayer apareció talado un campo de melones en Foyos. El 10 fue talado en Alcera un campo de caña de azúcar por más de cien individuos, que se llevaron el dulce fruto”.
La notícia es complementa a La Voz Montañesa: Periódico político, administrativo y de intereses generales (n. 1018, Santander, p. 2) de diumenge 17 de març de 1878.
De El Mercantil Valenciano.
“Y sigue sin novedad la huelga de fematers y hortelanos.
Ayer aparecieron pasquines en el Grao y Cabañal, amenazando á las vendedoras de pescado con quemarles las barracas si entraban en Valencia á ejercer su industria, á los marinos que se dedican á la pesca con quemarles los barcos, y á los tartaneros sus vehículos si transportaban el referido articulo.
En la huerta de Alboraya aparecieron señaladas con cruces negras varias barracas.
Dos labradores fueron reducidos á prisión en la huerta de Ruzafa por denuncia de una mujer, que aseguró trataban de intimidarla.
Los mercados del Grao y del Cabañal continuaron completamente desprovistos de hortalizas; el de la capital caro y escaso.
Se temía ayer que la huelga se extendiera á la introducción de aves de corral, huevos y corderos.
El campo de melones talado en Foyos anteayer, es propiedad del contratista de la limpieza del matadero.
El gobernador reunió en su despacho á los alcaldes, concejales, diputados provinciales y á Cortes con los senadores que residen en la provincia, oyendo las opiniones y pareceres de todos, sobre el prolongado conflicto de la huerta, que tanto afecta á los intereses de la capital”.
També sabem per la premsa que existia una meló menut que es deia “de Foyos”, potser una varietat local primerenca, i fins i tot ens informen del seu preu en 1882: El Litoral: semanario científico-literario y de intereses materiales (n. 58, Gandia, p. 1) de diumenge 5 de febrer de 1882: «Melones. Los primeros frutos de la clase pequeña, llamada de Foyos, se cogen del 8 al 12 de Junio, y se pagan á 3 pesetas los 12 ½ kilogs.».
El meló de Foios apareix també en la literatura de l’època. Al diari La prensa: periódico semanal de literatura e intereses generales (n. 35, Oriola, p. 3) de 15 de març de 1891, s’inclou un poema satíric titulat “El moro valenciano” en el que l’escritor Enrique Pérez Escrich, autor de folletons i molt a la moda en aquells anys, contava la llegenda de com va arribar a Foios el seu meló. És un poema breu molt humorístic que incloem ací íntegrament.
VARIEDADES
Con el mayor gusto honramos esta sección con la siguiente poesía del insigne Pérez Escrich, para lo cual hemos sido autorizados por dicho señor.
En ella se verá comprobado lo que ya hemos dicho respecto al estilo del festivo poeta, se verá palpablemente que está chorreando gracia.
EL MORO VALENCIANO.
Del Asia tropical donde el sol brilla
en perpétuo verano,
le trajo no se quien una semilla
á un moro valenciano.
De esto hace mucho tiempo, mucho, mucho,
no existe historiador que nos recuerde
la fecha, aunque en las fechas sea ducho,
y este acontecimiento se nos pierde
en esa noche oscura del pasado;
desgracia que conmigo han lamentado
varios historiadores
que eran muy curiosísimos señores.
Mas siguiendo á mi cuento,
diré que el moro sin perder momento
como era labrador inteligente,
la tierra preparó, hizo unos hoyos
y sembró la semilla diligente.
Esto lector, pasaba
en el famoso término de Foyos;
pero ya de decirlo me olvidaba,
pues la pícara rima,
con su poca vergüenza y desparpajo
se empeña á veces en poner debajo
lo que es muy justo que se ponga encima.
Como el moro hortelano no sabía
lo que aquella semilla producía;
horas de angustia y de inquietud pasaba
cabizbajo y mohino,
hasta que ya por fin observó un día
un tallo blanquecino
que la fecunda tierra perforaba:
-¡Hola! -se dijo en árabe- ha prendido
y alegre y complacido
se dirijió el buen moro á su barraca
donde fué recibido
por un relincho de su ardiente jaca
y la amable sonrisa de una mora
que era aquella semana la señora.
De hojas redondas y amarillas flores
se llenaron los tallos trepadores,
y acudieron á ver la planta extraña
los moros labradores
en esa fértil region que el Turia baña.
Poco á poco la flor se fué cubriendo
de un tubérbulo verde y ovalado,
y tanto iba creciendo
que estaba el moro labrador pasmado
al ver las dimensiones
que en su huerta adquirían los melones.
“Alá es bueno, es grande y generoso”
el árabe en su jerga se decía:
“si este fruto es sabroso
en relacion al colosal tamaño,
mi barraca en Aleria
con la ganancia trocaré en un año.”
Llegó el dia feliz, llegó la hora;
junto al femer de la barraca mora
reunió á la familia el moro padre,
es decir, seis mujeres, treinta hijos
y una viejá quien él llamaba madre.
Cruzando las tostadas pantorrillas,
un corro allí formaron en cuclillas,
y en dos espuertas de melones llenas
fijaron sus miradas agarenas.
Echó el moro mayor mano á la faja,
empuñó la gumia,
cogió un melon y se partió una raja;
y en tanto que el papá se la comia,
la abuela, las mujeres y los hijos,
los labios cada cual se relamia
teniendo en su señor los ojos fijos.
¡Alá es grande! exclamaba
y una segunda raja se atizaba:
¡Alá es universal, es poderoso!
¡Qué fruto tan sabroso!
¡Oh que sabroso fruto!…
y en tánto la família murmuraba:
¡Alá, que padre nos tocó tan bruto!…
Así probando se comió una espuerta
de aquellos sabrosísimos melones;
y la familia con la boca abierta
solo comió de Alá las bendiciones.
Enrique Perez Escrich
La menció al meló de Foios apareix sovint en la premsa i la literatura de finals del segle XIX. Per exemple a El Archivo: revista de ciencias históricas (València, p. 172) de setembre de 1891, on es glosa la figura de l’escrivà Carlos Ros i Hebrera (1703-1773) i es conta esta anècdota:
“¡Bons melonets, amich Orga! ¿Son de Foyos? -Sí, senyor; li respongué aquéll, y anem á tastarlos.” Y dient y fent ne partiren ú damunt lo taulell del almagacen de comedies. Ros fent lo elogi dels melons s’en menjá dos curves tallades com la milla lluna, y lo such li jorraba per les mans. –“¡Rosa, cridà lo impresor, deballa la toballola pera eixugarse Don Carlos.” –“¡Báh… res de aixó, digué este: ya está.” De la grava de lo carrer n’agafá un pesich de pols, asó vestit de negre, tal vegada de ofici, ho restrega, y alló fon lo eixugamans, y seguí corregint probes. ¿Fou estravagant Carlos Ros?”
O bé, tornant a la premsa de Madrid, a La Correspondencia de España: diario universal de noticias (n. 12350, Madrid, p. 1) del divendres 29 de gener de 1892, es fa una nova referència als nostres melons: “(…) rascándose la cúspide de la cabeza que acababa en punta como un melón de Foyos».
El Ateneo: revista quincenal (n. 3, Terol, p. 8) de dijous 1 de setembre de 1892, inclou un conte en què es torna a fer una menció als melons de Foios com a una delícia: “-Pero, madre, al menos coma usted postres: aquí tiene usted naranjas de Carcajente, melón de Foyos, uva de Gijona, limoncillos de Sagunto, fresas de Tabernes…”.
Si el “meló de Foios” havia aconseguit popularitzar-se com a sinònim de qualitat, la competència amb altres productors apareix aviat. Entre 1898 i 1899 trobem un mateix article periodístic en tres diaris distints, donant per superat el meló de Foios pel de Puçol: són El Eco de Navarra (antes de Pamplona). Periódico liberal y defensor de los intereses de la misma (n. 6473, Pamplona, p. 2) de dimecres 31 d’agost de 1898; el Diario de Tortosa: órgano del Partido Liberal-dinástico (n. 4812, Tortosa, p. 1) de dijous 1 de setembre de 1898; i Las Provincias: diario de Valencia (n. 12034, València, p. 2) de dilluns 7 d’agost de 1899.
EN EL CAMPO.
Los melones de Valencia gozan de grande fama en todas partes, y en el mismo Valencia se reputan como los mejores los melones de Puzol. Cierto es que los que se producen en la huerta de Foyos y los que proceden de Nules y Villarreal son en extremo exquisitos y muy apreciados en España y en el extranjero; pero los de Puzol reunen un conjunto de cualidades que les dan gran estima. En vano se trataba de inquirir esta preferencia.
¿Por qué las semillas procedentes de Puzol plantadas en otros lugares no dan buenos resultados? ¿Por qué resultan tan ineficaces las estercoladuras abundantes y hasta los abonos químicos, los riegos y los cuidados culturales más solícitos?
Las tierras que en Puzol dedican á melonares son bastante medianas, los riegos en unas partes son abundantes y en otras escasos, pues se trata de las tierras próximas á los marjales; los abonos son poco abundantes, pues cuando se aplica medio capazo de estiércol por pié, y en cuanto al cultivo anda bastante sencillo y nada prolijo. Y, sin embargo de esto, los melones resultan riquísimos. ¿En qué estriba, pues?
Hace pocos años que comienza á generalizarse el secreto, pues antes era patrimonio de muy contados labradores, que lo transmitían de padres á hijos con todo género de reservas. Y por cierto que el secreto no puede ser más sencillo.
Escogen los dos ó tres melones más próximos al tronco de la planta, los parten por la mitad de arriba abajo, y toman las semillas que estén situadas en el punto más céntrico del melón, desechando las que estén cerca de la pulpa. Todo estriba en el modo de elegir las simientes, pues los cuidados culturales no tienen nada de particular.
Los melones que han de dar la semilla deben ser de primera flora, cercanos al tronquito, como hemos dicho, pesados, gruesos, sanos y bien conformados; es preferible que pequen de muy maduros que de verdes.
Tal es el sencillo procedimiento que aconseja un periódico de agricultura que se publica en la tierra donde se cosechan los mejores melones del mundo.
El procedimiento nada tiene de costoso ni de arriesgado, y por consiguiente, recomendamos á nuestros lectores que lo sometan á la experiencia, y si gracias á él obtienen buenos ejemplares de tan sabrosa fruta, les agradeceremos que de vez en cuando nos manden una muestra.
[El Progreso Agrícola)
Mentrestant, el mercat del meló creix, les comunicacions per terra i per mar s’han accelerat i s’obren portes a l’exportació. Tanmateix, la política internacional no sempre és favorable, com llegim a Las Provincias (n. 11586, València, p.2) el dilluns 16 de maig de 1898:
Una casa inglesa está haciendo un ensayo muy interesante en la huerta de Foyos. El año pasado hizo una prueba de patatas tempranas de una variedad muy estimada en Inglaterra. Este año la ha repetido en mayor escala, plantando cien hanegadas que están á punto de recolectar y que tendrían muy buen precio en los mercados ingleses.
Pero ha venido à frustrar el negocio la prohibición de exportar patatas. La mencionada casa ha acudido al gobierno pidiendo que se exceptúe de esa medida su cosecha, puesto que esta variedad de patatas, por no ser conocido aquí, ni haber entrado en el gusto del público, no tiene buena salida en el mercado español.
Si açò passava en maig de 1898, un any després ja s’havia normalitzat i s’enviaven melons a Anglaterra. Al diari Las Provincias (n. 11988, València, p. 4) de dijous 22 de juny de 1899 es parla de la campanya anglesa -d’una manera molt curiosa, perquè diu que els melons que envien són de “mala clase”:
MELONES.
Ha empezado esta semana la exportación de melones a Inglaterra, habiendo salido 390 cajas para Londres y 737 para Liverpool.
La clase de melones exportados son de los verdes, procedentes de Foyos, Meliana, Museros, Alboraya, habiéndose pagado á 2,50 y 3 pesetas docena, precio elevado por la mala clase de estos melones.
Se confía que la semana próxima empezarán las salidas de los melones amarillos».
Durant tot l’estiu de 1899, Las Provincias fa el seguiment de l’exportació del meló a Anglaterra. Las Provincias (n. 12009, València, p. 2) de dijous 13 de juliol, parla de la situació del mercat dels melons que s’exporten a Anglaterra. Hi ha dèficit de fruita, tot i que hi ha una forta anyada a Foios i la resta de pobles de l’Horta nord.
En Las Provincias (n. 12078, València, p. 4) de dimecres 20 de setembre, es diu.
MELONES.
Cada semana son mas reducidas las salidas de melones, por lo que puede darse como concluida casi la temporada.
A pesar de la poca cosecha que se nota al principio en toda la Ribera y parte de Villanueva de Castellón y La Puebla, la exportación ha sido mas importante de lo que podia esperarse.
Esto proviene de que en los alrededores de Valencia, Alboraya, Foyos, etc., se han cultivado muchos melones y bastantes de la clase verde.
El mercado inglés continúa sostenido y bueno para esta clase de fruta.
(De La Exportación Valenciana, Murciana y de Levante.)»
Finalment, el dijous 5 d’octubre es fa una valoració de la campanya, que pareix que ha sigut mediocre. Las Provincias (n. 12093, València, p. 4).
MELONES.
Ha concluido la temporada de melones, ascendiendo á 253.547 cajas la cantidad exportada este año, ó sea unas 65.000 menos que el año pasado.
Nadie esperaba que ascendiese á cantidad tan importante la cosecha de los melones amarillos; desde un principio se notó pequeña en la parte de la Ribera, de la Plana, Villanueva, Manuel, etc.; pero en los alrededores de Valencia se plantaron muchos melonares, particularmente en Foyos, Albalat, Alboraya y toda la parte Norte de Valencia, y á esto se debe atribuir la gran exportación de esta temporada, esta región que ha hecho más de cien mil cajas de melones verdes y algunos amarillos, cuando en anteriores años hizo muy poco.
Después de una temporada muy buena, en la que han ganado algunos exportadores cantidades regulares, el final puede decirse que va resultando desastroso.
En las última subastas inglesas se han vendido los amarillos grandes de 4 l á 5 l y hasta 6 l; amarillos pequeños de 2 l 6 á 4 l [la “l” podria referir-se a la lliura com a unitat de pes?].
Los verdes un desastre, á 2 l y 2 l 3, que ni siquiera se saca para el flete y gasto de venta.
Hasta el año que viene.
La història dels melons de Foios es pot continuar al llarg del segle XX, tan convuls com l’anterior. Mentrestant es pot dir que la varietat de melons “Foyos” pareix desapareguda, i que la tradició dels melonars famosos en tot el territori espanyol va estar interrompuda i recuperada recentment per algunes marques locals que són sinònims de qualitat, com el Vicentín de Melones Vicente Peris a Cuiper. Us deixem ací l’enllaç de les activitats pel seu 50 aniversari, que vindria a ser una actualització de la solera huitcentista: Melones Vicente Peris: 50 aniversario de una marca valenciana emblemática
Títol | Els melons de Foios en la premsa espanyola del segle XIX |
Font | Biblioteca Virtual de Premsa Històrica del Ministeri de Cultura (https://prensahistorica.mcu.es/) |
Data de la publicació | Dilluns 25 de maig de 2020 |
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